ÚLTIMA TARDE DE SAL DE PENÉLOPE

(Con gratitud a Diego Samper)



Los dragones de la lluvia
han venido esta tarde
a visitar la casa.

Una memoria húmeda
desgrana recuerdos ocres
sobre los tejados
mientras la abuela con sus ojos ciegos
teje las historias de quienes ya no vienen.

Tantas tardes de sol sobre las tejas
tanto viento con sal desde los árboles
han escrito un libro de crepúsculos
que enhebra la memoria de sus muertos.

Han venido esta tarde
los dragones de la lluvia
Bajo un fragor de truenos
el tiempo de la abuela
se ha cerrado
en un sereno murmullo
de fantasmas y olvidos.

Los dragones han partido
la mecedora danza
al compás de las gotas
con un impulso ajeno.